Autonomía Político - Organizativa en el Desarrollo de los Programas Socio - Productivos en un Estado Democrático, Participativo y de Justicia social
El Estado venezolano con su acción, garantiza la seguridad en sentido amplio, la legalidad, la equidad y la justicia; el respeto al ejercicio democrático permanente, la participación política, el equilibrio, la participación en general y el protagonismo popular, entendiendo que pueblo somos todos. Cada modelo de sociedad define un modelo de Educación que reproduce sus condiciones de existencia y forma a los individuos dentro de los valores y creencias aceptados. La Educación forma ciudadanos, la pregunta sería cuál ciudadano, qué tipo de ciudadano, ciudadanos para qué. Los procesos históricos de transformación y cambio radical de una situación precedente constituyen procesos altamente complejos que afectan todos los aspectos de la vida, junto con las condiciones materiales y objetivas de existencia dentro de una sociedad se revolucionan las condiciones subjetivas a través de las creencias, valores, modos, usos, costumbres, formas de ser, de hacer, de pensar y de sentir colectivas de una sociedad.
Martínez, M. 2003; Educar para la ciudadanía supone apostar por un modelo pedagógico, no solamente escolar, en el cual se procura que la persona construya su modelo de vida feliz y al mismo tiempo contribuya a la construcción de un modo de vida en comunidad justo y democrático. Esta doble dimensión individual y relacional, particular y comunitaria, debe conjugarse en el mismo tiempo y espacio si lo que pretendemos es construir ciudadanía y sobre todo si ésta se pretende en sociedades plurales y diversas.
El Ministerio del Poder Popular para la Educación propone el Currículo Nacional Bolivariano (CNB, 2007), en consonancia con el Plan 2001-2007. El Estado venezolano diseñó e implementó políticas educativas para dar respuestas al nuevo modelo político-social del país y asegurar la inclusión, permanencia, prosecución y culminación de los estudios en todos los niveles educativos; lo cual implica avanzar hacia una educación emancipadora, liberadora y dignificante, en el marco de los principios constitucionales.
Los valores lo siembran el concepto de ciudadanía y de formación cívica que debe tener cualquier diseño curricular de un país o de una nación. Una nación debe tener un diseño curricular que represente la ideología que la misma tiene y que se profesa. No se debe temer en decir que se está ideologizando a través de la educación.
Paulo Freire (2004), "Desmerezco mí misión de educador y ante mi mismo si, en nombre del respecto a los educandos, callo mis opiniones políticas y mis sueños, o si pretendo, en nombre de mi autoridad de educador, imponerles mis criterios de verdad”.